Capitales - Saba:
El conflicto comercial entre Estados Unidos y Europa ha tomado una tendencia ascendente después de que el presidente estadounidense, Donald Trump, emitiera una decisión de aumentar los aranceles aduaneros a los productos europeos, lo que, en opinión de los europeos, podría llevar a cambiar las reglas del comercio global y remodelar las alianzas económicas.
Apenas unos días después de sus órdenes ejecutivas para aumentar los aranceles a las importaciones de China, México y Canadá, el presidente estadounidense, Donald Trump, emitió otra orden para aumentar los aranceles en un 10% o 20%, un aumento que podría costarle a Europa el 1% de su PIB.
Trump dijo que "la Unión Europea no compra automóviles ni productos agrícolas estadounidenses, y no compra casi nada", y señaló que Estados Unidos compra todo a los países de la Unión Europea, lo que indica la tendencia del lado estadounidense a lanzar una nueva guerra comercial contra el lado europeo.
En medio de la anticipación de la forma que adoptarán las últimas decisiones de "látigo" aduanero lanzadas por el jugador Trump, la voz europea se ha alzado rechazando estas decisiones y llamando a enfrentar este nuevo desafío.
En este contexto, la presidenta de la Unión Europea, Ursula von der Leyen, afirmó que los aranceles estadounidenses "injustificados" no quedarían sin respuesta y prometió responder a ellos con "contramedidas firmes y proporcionadas".
Tras señalar que la Unión Europea actuará para proteger sus intereses económicos, subrayó: "Protegeremos a nuestros trabajadores, a nuestras empresas y a nuestros consumidores", en un claro tono amenazante.
El presidente de la UE insinuó la posibilidad de que Europa vuelva su mirada hacia China, diciendo: "Es hora de reequilibrar nuestras relaciones con China en un espíritu de justicia y reciprocidad".
Anteriormente, la Comisión Europea emitió una advertencia contra Estados Unidos, prometiendo responder "inmediatamente" si el presidente Trump implementaba aranceles iguales a los impuestos por los socios comerciales de Estados Unidos.
Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores francés, Jean-Noël Barrot, lanzó una velada amenaza contra la búsqueda de nuevos socios por parte de los europeos, señalando que Europa ha estado trabajando durante años para diversificar sus socios comerciales y que este proceso se acelerará debido a la imposición de nuevas restricciones por parte de Washington.
Tras señalar que Trump había impuesto aranceles a los países de la Unión Europea durante su mandato anterior, recordó la respuesta a ellos en ese momento, antes de confirmar: "Responderemos nuevamente ahora", agregando que la decisión estará en manos de Bruselas.
El silencio de los europeos no duró mucho, ya que la jefa de la Comisión de Asuntos Económicos del Parlamento Europeo, Aurore Lalucque, propuso otra estrategia, que consiste en imponer impuestos a las grandes empresas estadounidenses como "Google, Apple, Facebook, Amazon y Microsoft".
En contraste con opiniones anteriores, el canciller alemán Olaf Scholz enfatizó que si Estados Unidos “no nos deja otra opción, la Unión Europea responderá junta”, añadiendo en un discurso ante el parlamento que “las guerras comerciales siempre terminan por tener un costo de prosperidad para ambas partes”.
Mientras tanto, se filtró información del jefe de la Comisión de Comercio del Parlamento Europeo, Bernd Lange, según la cual Bruselas está preparada para afrontar un posible conflicto comercial con Washington. Esta vez, en comparación con el primer mandato de Trump.
Bernd Lange confirma que hay un grupo de trabajo dentro de la Comisión que está tomando en serio las maniobras de la administración estadounidense para imponer posibles aranceles, además de una nueva ley contra las medidas económicas coercitivas estadounidenses preparada en un reglamento, que permite imponerlas rápidamente, incluida la suspensión de patentes y la exclusión de terceros países de los contratos públicos.
En la práctica, y a la luz de las decisiones de Washington en materia de aranceles aduaneros, el Financial Times reveló hoy, domingo, que la Unión Europea tiene la intención de impedir la importación de algunos productos alimenticios fabricados según estándares diferentes en un intento de proteger a sus agricultores, lo que está en línea con la política comercial del presidente estadounidense basada en la reciprocidad.
El periódico dijo, citando a tres funcionarios anónimos, que la Comisión Europea aceptará esta semana estudiar la imposición de restricciones más estrictas a las importaciones.
Señaló que los primeros objetivos podrían incluir cultivos estadounidenses como la soja cultivada con pesticidas que los agricultores de la Unión Europea no tienen permitido utilizar.
Los observadores y expertos creen que la política comercial de Trump fracasará y causará un daño enorme a Estados Unidos, especialmente si los países europeos toman medidas de represalia contra las exportaciones estadounidenses que dependen del mercado europeo.
En este sentido, los expertos subrayan que la lógica unilateralista de Trump, que ignora las reglas de reciprocidad y desprecia la naturaleza de las relaciones comerciales basadas en intereses mutuos, no encontrará camino para continuar frente al muro de resistencia europeo.
Ante este panorama, lo que sigue siendo seguro, según los expertos, es que la respuesta europea a la escalada estadounidense no será el silencio ni la sumisión, sino contramedidas que recalcularán los cálculos de la Casa Blanca.
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