Ginebra - Saba:
Amnistía Internacional denunció la decisión de las autoridades enemigas sionistas de prohibir el trabajo de la UNRWA, destacando que es “irrazonable, constituye un claro ataque a los derechos de los refugiados palestinos y equivale a criminalizar la ayuda humanitaria”.
La secretaria general de Amnistía Internacional, Agnes Callamard, afirmó en un comunicado emitido por ella que la decisión sionista exacerbará la ya desastrosa crisis humanitaria en la Franja de Gaza.
Y continuó: "Está claro que el objetivo de la decisión de prohibir la UNRWA es hacer imposible el trabajo de la agencia en los territorios palestinos ocupados imponiendo el cierre de su sede en Jerusalén Este y eliminando las visas de entrada para sus empleados".
Callamard consideró la ley sionista “horrible e inhumana” y pidió a la comunidad internacional que se apresure a condenar esta ley en los términos más enérgicos posibles y a presionar al gobierno sionista para que la abolya y la deshaga.
Señaló que la UNRWA desempeñó un papel indispensable al proporcionar alimentos, agua, asistencia médica, educación y refugio a unos dos millones de palestinos en Gaza, que fueron desplazados por la fuerza y sometidos a una hambruna “orquestada”. Como resultado del genocidio sionista que continúa desde hace más de un año.
En cuanto a la legalidad de la ocupación, la ley de la Knesset que prohíbe a la UNRWA, Callamard indicó que la ley contradice la orden de la Corte Internacional de Justicia de garantizar la llegada de ayuda humanitaria adecuada y facilitar la provisión de servicios básicos de vida.
Un funcionario del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) había declarado que la decisión de la Knesset de la ocupación de prohibir el trabajo de la Agencia de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina (UNRWA) agravaría la situación en la Franja de Gaza.