Sanaá - Saba: Informe/Jamil Al-Qashm
Los pueblos de la nación islámica se enfrentan a desafíos en los planos político, intelectual y social, en medio de los intentos de las potencias coloniales de reconfigurar la identidad de la nación según sus propios intereses. A la luz de estas transformaciones, existe una necesidad urgente de un proyecto de civilización que restaure el estatus de la nación y trace un camino independiente para ella que preserve su identidad religiosa y cultural.
En vista de esta situación, el proyecto coránico en Yemen surgió como un movimiento de renovación basado en el Sagrado Corán como fuente básica para el renacimiento y la verdadera independencia, trascendiendo las dimensiones militares para construir una conciencia civilizacional integral. Este proyecto no es una reacción a los desafíos existentes, sino más bien una visión estratégica encaminada a revitalizar la nación y restaurar su papel en la arena internacional.
El líder mártir Sayyed Hussein Badr al-Din al-Houthi fundó este proyecto sobre la base de sólidos valores coránicos, inspirándose en las enseñanzas del Corán para los principios de justicia, independencia y dignidad. Desde su lanzamiento, el líder de la revolución Sayyed Abdul-Malik al-Houthi ha enfatizado que la adhesión al Corán representa la única manera de salir de la dependencia y devolver a la nación a su camino natural como una fuerza efectiva en la escena internacional.
El proyecto coránico se basa en la justicia y la transparencia en la gestión de los asuntos estatales, ya que son la base de una buena gobernanza. Abdul-Malik Al-Houthi considera que el Sagrado Corán ofrece un enfoque claro para combatir la corrupción y construir un sistema administrativo basado en la justicia y la eficiencia, que logre la estabilidad y el desarrollo sostenible.
El compromiso con los valores coránicos crea una administración honesta basada en la justicia y rechaza la corrupción y el favoritismo, lo que contribuye a fortalecer la confianza de la sociedad en las instituciones estatales. A través de este enfoque, la reforma administrativa se convierte en una necesidad urgente para garantizar el logro de un renacimiento integral que sirva a los intereses del pueblo, lejos de la influencia externa.
En este contexto, el proyecto coránico subraya que una administración justa no se limita únicamente a la lucha contra la corrupción, sino que también incluye lograr eficiencia, mejorar la rendición de cuentas y garantizar que las instituciones estatales estén al servicio de los ciudadanos y no sean herramientas de dominación y explotación.
Además de la reforma administrativa, el proyecto coránico presta especial atención a los pobres y oprimidos, ya que son el grupo más afectado por los regímenes injustos. El proyecto reclama una distribución justa de la riqueza, la atención a los grupos desfavorecidos y la consecución de una economía nacional independiente, lejos de la dependencia de las potencias coloniales.
El líder mártir subrayó que “una economía justa es aquella que garantiza los derechos de los pobres frente a los ricos y evita la explotación y el monopolio”. Esta visión se deriva de un claro concepto coránico que pretende proteger a la sociedad de la brecha de clases y establecer el principio de la solidaridad social.
En consecuencia, el proyecto pretende establecer un sistema económico justo que potencie la producción local y proteja la riqueza nacional del saqueo y la explotación. Sin una economía independiente, no habrá una verdadera independencia política, lo que hace de la liberación económica uno de los pilares más importantes del proyecto coránico.
El proyecto no se detiene en los aspectos económicos, sino que enfatiza la importancia de liberar a Yemen de la influencia extranjera y la hegemonía externa, considerando esto una condición básica para lograr la soberanía nacional, ya que el proyecto exige la independencia de las decisiones políticas y el rechazo de cualquier intento de imponer una tutela externa sobre el país.
El líder de la revolución subrayó que “un Yemen libre e independiente es un Yemen que se apoya en sí mismo y que se enfrenta a cualquier intento de imponerle una tutela desde el exterior”. Esta visión refleja una profunda conciencia de la importancia de la independencia, a la luz de los intentos de las grandes potencias de imponer sus agendas a los países y a los pueblos.
Esta visión se manifestó en las posiciones políticas y militares adoptadas por Yemen en los últimos años, cuando emergió como una fuerza fundamental en la confrontación con la hegemonía sionista, y las operaciones militares en el Mar Rojo y el Golfo de Adén contribuyeron a cambiar la ecuación del conflicto, dentro de una estrategia coránica dirigida a enfrentar el colonialismo en todas sus formas.
Además de lograr la independencia política, el proyecto coránico contribuye a preservar los valores religiosos y culturales de la sociedad yemeníta, como válvula de seguridad contra los intentos de occidentalizar la identidad islámica, ya que el proyecto fortalece la cohesión social y protege el tejido social de la disolución cultural que algunas fuerzas pretenden propagar.
El líder de la revolución, Señor Abdul-Malik Al-Houthi, afirma que “oponerse a la hegemonía y a la arrogancia no es sólo una elección, sino más bien un deber religioso y moral para preservar la dignidad de la nación”. Esta idea hace del proyecto coránico una herramienta eficaz para la firmeza frente a los desafíos regionales e internacionales, adhiriendo a los valores auténticos de la sociedad
Además, el proyecto pretende reducir las divisiones políticas y los conflictos internos creando un entorno estable que permita un desarrollo sostenible. La justicia, la lucha contra la corrupción y la consecución de la autosuficiencia son factores que contribuyen a construir un Yemen fuerte y cohesionado, capaz de afrontar los desafíos.
En este contexto, el investigador argelino Dr. Nour El-Din Abu Lahia cree que el proyecto coránico redefine el concepto de yihad para incluir dimensiones intelectuales, económicas y culturales, no solo militares, y señala que “el éxito de Yemen al resistir la agresión a pesar de años de guerra y asedio refleja la profundidad y la fuerza de este proyecto para construir una sociedad cohesionada que crea en su causa”.
El Dr. Abu Lahia afirma que el proyecto representa al Islam como una religión de resistencia y justicia, que se enfrenta a la tiranía y la hegemonía y ofrece una alternativa civilizada e independiente a los modelos impuestos desde el exterior. Mientras las potencias coloniales intentan borrar la identidad islámica, el proyecto coránico viene a devolver a la nación a sus verdaderas raíces.
A la luz de estos desafíos, está creciendo la conciencia de la importancia de volver al Sagrado Corán como referencia principal, lejos de las influencias externas que han tratado de borrar la identidad islámica durante décadas. El proyecto coránico no sólo busca reformar Yemen, sino que también presenta un modelo que puede inspirar a otros pueblos islámicos.
Los aspectos positivos del proyecto, como la lucha contra la corrupción, la consecución de la justicia social y el fortalecimiento de la soberanía nacional, lo convierten en un modelo que puede contribuir a la construcción de un Yemen más estable y justo. Además, el proyecto se ha convertido en una fuente de inspiración para los movimientos de resistencia de la región, ya que su visión ha contribuido a establecer el concepto de firmeza y desafío.
Muchos pensadores e investigadores consideran que el proyecto coránico en Yemen no sólo tiene un impacto interno, sino que constituye una oportunidad histórica para que la nación islámica recupere su papel de líder. En vista de la persistencia de los enfrentamientos y los conflictos, el proyecto sigue siendo uno de los obstáculos más importantes a los que se enfrentan las potencias coloniales, ya que presenta un modelo independiente que rechaza la dependencia intelectual y política.
El Sr. Abdul-Malik Al-Houthi destacó que el proyecto coránico no concierne únicamente al Yemen, sino que representa un mensaje a toda la nación, afirmando que el retorno al Sagrado Corán es la única manera de lograr la victoria y un verdadero renacimiento. No se trata sólo de una visión local, sino más bien de un proyecto de civilización que reconfigura la conciencia islámica frente a los desafíos actuales.
Ante la escalada de las crisis mundiales, el proyecto coránico sigue siendo un modelo a imitar para lograr la independencia política, económica e intelectual, y la única manera de hacer avanzar a la nación y frustrar los planes de hegemonía y colonialismo. Esta visión lo convierte en la piedra angular de cualquier proyecto que busque construir una nación fuerte e independiente.
