
Gaza-Saba:
El Servicio de Seguridad General de Israel (Shabak) admitió este martes que no evaluó las capacidades del movimiento Hamás antes del 7 de octubre de 2023 y apuntó a la responsabilidad del primer ministro, Benjamín Netanyahu.
El periódico Al-Quds Al-Arabi informó que esto apareció dentro de extractos publicados por medios de comunicación hebreos de los resultados de una investigación realizada por "Shabak" sobre el ataque de "Hamas" en 2023, que representó un fracaso militar, de inteligencia y de seguridad para "Israel".
Ese día, Hamás atacó 22 asentamientos y 11 bases militares adyacentes a Gaza, matando y capturando sionistas. En respuesta a los "crímenes diarios del enemigo sionista contra el pueblo palestino y sus lugares sagrados, especialmente la mezquita de Al-Aqsa", la Autoridad de Radiodifusión Sionista (oficial) declaró que "Shabak" admitió en la investigación su fracaso, ya que no evaluó adecuadamente las capacidades de "Hamás" antes del 7 de octubre de 2023 o el ataque del movimiento ese día.
La autoridad añadió, a través de su cuenta en la plataforma "X", que el informe "Shabak" insinuaba que el primer ministro sionista Benjamin Netanyahu "ha elaborado una política fallida a lo largo de los años".
El Canal 12 informó que la investigación del Shin Bet encontró que "hubo lagunas y problemas en el manejo de la información de inteligencia en general y en los mecanismos de monitoreo del trabajo de inteligencia en particular en la noche del 7 de octubre".
El Shin Bet consideró que lo que llamó "la política de silencio" permitió a Hamás ganar un enorme poder.
El Shin Bet israelí reveló, en sus investigaciones internas, una serie de fallos estratégicos que llevaron a la incapacidad de predecir el atentado del 7 de octubre.
La agencia admitió que durante años no logró descubrir el plan de ataque de Hamás, a pesar de la disponibilidad de indicadores peligrosos.
El jefe del Shin Bet, Ronen Bar, dijo que las investigaciones concluyeron que la agencia no subestimó a Hamas, pero en última instancia no evaluó sus verdaderas intenciones, y señaló que la creencia predominante era que el movimiento estaba centrado en encender Cisjordania, lo que distraía la atención de la amenaza que venía de Gaza.
Las investigaciones confirmaron que las "políticas de compra de calma" adoptadas por Israel, mediante facilidades económicas y la apertura de los cruces fronterizos, dieron a Hamás una oportunidad de oro para armarse fuertemente y prepararse para una invasión calculada.
Además, fuentes hebreas revelaron, el martes por la noche, nuevos detalles sobre el ataque del 7 de octubre de 2023, cuando una fuerza sionista de apoyo fue objeto de una estrecha emboscada en los huertos del kibutz Nahal Oz, que resultó en la muerte de varios soldados, mientras que los suministros no lograron llegar a ellos para salvar la situación.
Fuentes hebreas indicaron que la Policía Fronteriza logró enfrentarse a un primer grupo de 40 hombres armados que se infiltraron en el kibutz, pero un segundo grupo de combatientes de la resistencia aprovechó el agotamiento total de las fuerzas y los remató.
Agregó que tres de los colonos del kibutz fueron asesinados por las balas del ejército sionista por error, en uno de los mayores fracasos sobre el terreno.
Además, las investigaciones revelaron que las cámaras de vigilancia del kibutz no funcionaron la mañana del ataque debido a un corte de energía, lo que permitió a los miembros de Qassam infiltrarse libremente sin que sus movimientos fueran monitoreados.
Los medios hebreos explicaron que la Unidad 8200 y otras agencias de inteligencia sionistas no lograron captar señales tempranas, a pesar de que elementos de Hamas transmitieron el ataque en vivo en Facebook sin interferencia ni monitoreo.
En el asentamiento de Netiv Ha'astara, tres miembros de élite de Qassam se infiltraron en el kibutz por aire y se enfrentaron a una fuerza de 37 soldados, incluido un oficial de alto rango.
Confirmó que en dos horas y media, 17 sionistas fueron asesinados, mientras que dos de los militantes regresaron a Gaza y el tercero murió durante el enfrentamiento.
La investigación reveló que el jefe de seguridad del kibutz y 25 miembros bajo su mando decidieron refugiarse en las casas y se negaron a enfrentar a los atacantes, dejando a los residentes sin ninguna protección real.
El ejército sionista reconoció que hay una grave escasez de equipos, armas y soldados, calificando este defecto como una "enfermedad mortal" que se puso de manifiesto durante el ataque del 7 de octubre.
La investigación también señaló que una cámara encontrada con los tres combatientes reveló un intento de volar el muro para permitir la entrada de más combatientes de la resistencia, pero problemas operativos impidieron el éxito de la operación, con el fin de evitar un desastre de seguridad más amplio para "Israel", según la Agencia Palestina Hoy.