
Al Hudaydah - Saba: Informe: Jamil Al-Qashm
Frente a las tormentas de la occidentalización y la disolución, los cursos de verano se destacan como un proyecto educativo nacional excepcional, que construye una generación coránica fortificada, enraizada en su identidad, firme en su conciencia y orgullosa de su afiliación.
Estos cursos son uno de los frentes de firmeza, cuya necesidad comprendieron tempranamente la dirección revolucionaria y el Consejo Político Supremo. La orientación, la atención, el apoyo y el seguimiento fueron al más alto nivel, comprendiendo que la gran batalla es una batalla de concientización.
De esta profunda comprensión han surgido cursos de verano para remodelar la conciencia colectiva del pueblo de Yemen, inculcándoles los conceptos de verdad, libertad, orgullo y dignidad, frente a la máquina de desinformación de los medios de comunicación y la guerra blanda que ataca las mentes y las almas antes que los cuerpos.
En el reciente discurso del Señor Abdul-Malik Badr al-Din al-Houthi, las características de estos cursos quedan claras: un camino que protege a los jóvenes de la deriva y crea un tipo diferente de ser humano, que no se deja engañar por el engaño, que no se rinde a la derrota psicológica y que no acepta la distorsión cultural sistemática.
Con cada verano, la orientación revolucionaria se transforma en un proyecto de acción nacional a gran escala, en el que convergen los esfuerzos del Estado, la conciencia de la sociedad, el entusiasmo de los maestros y la preocupación de los padres para crear un entorno alternativo y una institución de concienciación integral que lleve a la próxima generación a las orillas de la seguridad espiritual e intelectual.
En estas escuelas, a los estudiantes no sólo se les enseña a leer y escribir, sino también a ser humanos... cómo conocer la propia identidad, adherirse a la propia religión, estar orgullosos de su afiliación y mantenerse con confianza frente a cualquier cosa que sea contraria a su verdadera naturaleza.
Son faros de verdad en medio de la oscuridad de la guerra blanda, puertos seguros en tiempos de tormenta y verdaderas salas de operaciones para preparar una generación que no se deje engañar por la publicidad ni se deje embaucar por eslóganes vacíos.
Aquí se siembran las primeras semillas de la victoria y se planta la fe en corazones tiernos e inmaculados. Los conceptos de paciencia, dignidad y sacrificio crecen con ellos y, con el tiempo, se va moldeando su visión de lo que debería ser su patria y su posición en la batalla por la existencia.
De entre las páginas del Corán emergen lecciones de luz, postura y fe, para que el estudiante aprenda que la verdad tiene un camino, la libertad tiene un precio y la identidad tiene un significado que no se puede comprar ni vender.
Ya no es sorprendente que estos cursos hayan ganado cada vez más aceptación pública, ya que la gente ha sido testigo de su profundo impacto en el comportamiento de sus hijos, su forma de pensar y su interacción con los problemas de su nación y su patria.
Estas clases y sesiones, repletas de Corán, concienciación y actividades animadas, son las fábricas de los hombres del mañana, las incubadoras de líderes y los puntos de partida hacia una nación más fuerte, más profundamente arraigada en su identidad, sus valores y sus principios.
Desde las ciudades hasta las zonas rurales y los pueblos, está tomando forma un vibrante calendario de verano, liderado por maestros voluntarios, estudiantes entusiastas y familias que envían con confianza a sus hijos a la luz.
En estas escuelas y cursos no hay lugar para la ociosidad ni para la pérdida de tiempo. Cada momento hace la diferencia y cada lección contribuye a la protección psicológica e intelectual del joven.
Estas escuelas han demostrado ser la respuesta verdadera y práctica a todos los proyectos de trivialidad y disolución, y a todos los intentos de secuestrar a la generación de su identidad y plantarla en un suelo que no tiene conexión con ella.
La escuela de verano de hoy es un proyecto de construcción, una plataforma de resistencia, una plataforma de ilustración y un frente educativo no menos importante que los frentes militares, porque crea conciencia, que es el arma más importante en la batalla de la nación.
Con el lanzamiento de estos cursos, se renueva la esperanza y crece la ambición de que estamos presenciando una creación consciente de generaciones que no conocen la derrota, no aceptan la distorsión y las falsas culturas, no temen la culpa del acusador cuando se trata de la verdad, están más comprometidos con el Corán, tienen más comprensión del auténtico Islam musulmán, son más conscientes de las conspiraciones del enemigo y están más decididos a apoyar los problemas de la nación, entre los que se encuentra el más importante de Palestina.
Una generación que escribe en la frente del tiempo: Somos hijos de esta tierra, de esta identidad y de esta religión... Una generación de escuelas de verano que llevarán la bandera, marcarán la diferencia y avanzarán con paso firme hacia el futuro.
Con cada verano, la determinación se renueva y la fuerza de voluntad se fortalece. Los campamentos de verano continúan iluminando el camino de las generaciones futuras y protegiéndolas contra las tormentas del pensamiento destructivo. Son un frente educativo que se extiende en el tiempo, buscando construir al ser humano en sus aspectos más profundos, desarrollando su conciencia y profundizando su sentido de pertenencia a su tierra y religión.
Ante los desafíos que enfrenta nuestra nación, estos cursos siguen siendo el arma más poderosa en la batalla por la concientización y el desarrollo, ya que constituyen la piedra angular en la construcción de una generación capaz de llevar la bandera de la nación, avanzando hacia un futuro brillante que nunca se rinde.