
Tulkarem-Saba:
Las fuerzas de ocupación israelíes obligaron el sábado a más de 800 palestinos, incluidos mujeres y niños, a evacuar edificios residenciales cerca del campo de refugiados de Tulkarm, en el norte de Cisjordania, antes de tomarlos y convertirlos en cuarteles militares.
Las fuerzas enemigas continúan su agresión masiva contra la ciudad y sus dos campamentos por tercer mes, en medio de una escalada en la destrucción, asaltos a viviendas y desplazamiento de residentes.
El Comité de Medios de Tulkarem dijo en un comunicado que el enemigo continúa tomando posesión de casas y edificios en la calle Nablus y el barrio norte de la ciudad, convirtiéndolos en cuarteles militares donde se estacionan vehículos militares. Estos edificios albergan a decenas de familias y personas desplazadas de los campamentos de Tulkarm y Nur Shams.
El enemigo ha intensificado sus puestos de control militares en la ciudad, especialmente en la calle Nablus y en la puerta del puente de Jabara, en un intento de sofocar el movimiento de los residentes.
Las fuerzas israelíes también asaltaron la ciudad de Tulkarm con maquinaria pesada y vehículos blindados, posicionándose alrededor de la rotonda Salam en el barrio oriental. Realizaron registros de vehículos y verificaron las identidades de los ciudadanos, mientras refuerzos adicionales llegaban a los dos campamentos en medio de disparos y explosiones, particularmente en el campamento de Nur Shams.
El comité de medios informó que el asedio al campamento de Nour Shams continuaba, con redadas y registros domiciliarios en el barrio de al-Mahjar, y jóvenes detenidos y sometidos a investigaciones de campo. En el campamento de Tulkarm, los soldados se desplegaron en el barrio de Abu al-Foul, realizando operaciones de búsqueda y rastreo, incluido el lanzamiento de bengalas al cielo del campamento.
El comité indicó que la calle Nablus, que conecta los dos campamentos, está siendo objeto de un intenso despliegue de vehículos enemigos, que obstruyen el movimiento de los ciudadanos y cierran secciones vitales de la calle con montículos de tierra en ambas direcciones. En otras zonas, las fuerzas enemigas vandalizaron deliberadamente las casas de los ciudadanos en el suburbio de Dhnaba y la ciudad de Deir al-Ghusun, y llevaron a cabo campañas de arresto y detención contra muchos residentes, en medio de abusos e investigaciones de campo. El comité enumeró como saldo de la agresión hasta el momento el martirio de 13 ciudadanos, entre ellos un niño y dos mujeres, una de ellas embarazada de ocho meses, además de heridos y detenidos. La agresión también provocó el desplazamiento forzado de más de 4.000 familias de los campamentos de Tulkarm y Nur Shams, y de decenas de familias del barrio norte, después de que el enemigo se apoderara de sus casas y convirtiera algunas de ellas en cuarteles militares.
El comité señaló que el enemigo destruyó completamente 396 casas y destruyó parcialmente otras 2.573 en los dos campamentos, además de cerrar completamente sus entradas y callejones con montículos de tierra, lo que exacerbó el sufrimiento de los residentes y empeoró las catastróficas condiciones humanitarias en la zona.