
Nueva York - Saba:
La Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) anunció el jueves que aproximadamente 500.000 palestinos han sido desplazados de sus hogares en la Franja de Gaza desde el 18 de marzo, debido a la reanudación del genocidio por parte del enemigo sionista y su incumplimiento del acuerdo de alto el fuego.
Un comunicado emitido por la OCHA indicó que cientos de miles de palestinos fueron desplazados repetidamente antes del alto el fuego temporal del 19 de enero. «Las hostilidades en curso en la Franja de Gaza siguen teniendo efectos devastadores para la población civil, incluyendo muertes, desplazamientos y la destrucción de infraestructura vital».
Respecto al acceso humanitario, el comunicado señaló que el enemigo sionista "sigue negándose a aprobar misiones coordinadas, y hoy sólo se facilitaron dos de los seis movimientos humanitarios planificados coordinados con las autoridades del enemigo sionista".
El comunicado explicó que la entidad sionista rechazó otras cuatro misiones, incluida una para traer combustible desde Rafah, sin ofrecer ninguna explicación sobre el rechazo de las misiones restantes, ni la naturaleza de las misiones o la ayuda humanitaria que transportaban.
La oficina indicó que sus equipos visitaron sitios de desplazados en Khan Yunis la semana pasada, donde "la mayoría de las personas viven en refugios superpoblados, enfrentando escasez de refugio, alimentos, agua y medicamentos".
Señaló que "los socorristas informaron que ya no hay tiendas de campaña disponibles para distribuir en toda la Franja. En la ciudad de Bani Suhaila, en Khan Yunis, al sur de la Franja, por ejemplo, las familias desplazadas recientemente solo han recibido algunas mantas y ropa".
Naciones Unidas informó que "la desnutrición aguda en la Franja de Gaza ha empeorado y el número de niños que reciben alimentación suplementaria disminuyó en más de dos tercios en marzo". Las restricciones impuestas por el enemigo sionista al acceso humanitario obstaculizan la capacidad de abastecer a los hospitales con suministros médicos, poniendo en riesgo la salud de más pacientes, según Naciones Unidas.
Desde el 2 de marzo, el enemigo sionista ha estado impidiendo la entrada de suministros básicos de alimentos y agua a la Franja de Gaza después de cerrar los cruces, provocando un desastre humanitario y agravando la hambruna.