Gaza-Saba:
El Frente Popular para la Liberación de Palestina confirmó que la pecaminosa agresión estadounidense contra Yemen, que tuvo como objetivo el puerto petrolero de Ras Issa en la provincia de Al Hudaydah, y condujo al martirio y heridas a docenas de civiles inocentes, es inseparable de los crímenes de genocidio sionista en Gaza. El criminal es uno, el fuego es uno y las víctimas son civiles inocentes que pagan el precio del silencio del mundo y la complicidad de la comunidad internacional.
El Frente Popular afirmó el viernes en un comunicado que “aviones de agresión estadounidenses lanzaron ataques contra el puerto petrolero de Ras Issa, en la provincia de Al Hudaydah, lo que resultó en la muerte y heridas a decenas de trabajadores y empleados civiles en el ejercicio de sus funciones”.
Agregó que los aviones de agresión no se detuvieron allí, sino que reanudaron los bombardeos del lugar después del inicio de las operaciones de socorro y extinción de incendios, atacando a los civiles restantes y a los equipos de rescate en un complejo crimen de guerra que encarna un desprecio bárbaro por todas las leyes humanitarias y morales.
El Frente Popular, al lamentar a los mártires de la nueva masacre estadounidense en Yemen, afirmó que Yemen no se arrodillará, no izará la bandera blanca y continuará su firmeza frente a estos asesinos. A lo largo de la historia, ninguna fuerza de ocupación ni agresión brutal ha podido derrotar a Yemen ni quebrar la determinación de su firme pueblo.
Continuó: «Desde la quema de niños en tiendas de campaña, pasando por el asesinato de equipos de ambulancias y de defensa civil en Rafah, hasta la quema de cadáveres de trabajadores y equipos de rescate y ambulancias en Hodeidah, la alianza sionista-estadounidense de exterminio se está consolidando como un enemigo directo de nuestros pueblos, un enemigo al que hay que hacer frente con todas las formas de resistencia, firmeza y perseverancia».
El Frente llamó al pueblo libre de América a rechazar estas horribles masacres llevadas a cabo en su nombre, a no ser falsos testigos o herramientas silenciosas en la maquinaria estadounidense de exterminio, y a trabajar por todos los medios posibles para detener estas masacres.