Ramallah – Saba:
Las instituciones de prisioneros palestinos anunciaron hoy domingo que las fuerzas israelíes arrestaron a 662 palestinos en Cisjordania, incluida Jerusalén, durante el mes de julio, incluidos 39 niños y 12 mujeres.
Las instituciones de los presos (la Comisión de Asuntos de Presos y Expresos, el Club de Presos Palestinos y la Asociación Addameer de Apoyo a los Presos y Derechos Humanos) declararon hoy en un informe que el número de arrestos en Cisjordania desde el inicio del genocidio ha ascendido a más de 18.500, incluyendo más de 570 arrestos de mujeres y aproximadamente 1.500 de niños.
Estas cifras incluyen a los detenidos por el enemigo y a los posteriormente liberados. No incluyen el número de detenidos de Gaza, estimado en miles desde el inicio del genocidio.
En su publicación sobre los datos más destacados y los casos documentados durante julio, las organizaciones añadieron que las autoridades israelíes continuaron sus campañas sistemáticas de arrestos en Cisjordania, en paralelo a la escalada de ataques de colonos en pueblos y ciudades, lo que contribuyó al aumento de la tasa de arrestos. El ataque a Masafer Yatta fue un claro ejemplo de ello.
Según el informe, estas campañas estuvieron acompañadas de ejecuciones en el terreno, la destrucción de viviendas y una escalada en las investigaciones de campo, junto con abusos y palizas brutales. También incluyeron terrorismo organizado y la toma como rehenes de familiares de personas buscadas, especialmente mujeres. El robo y la confiscación de bienes se convirtieron en una política constante que acompañaba a los arrestos.
El enemigo israelí continuó expandiendo el uso de la detención administrativa, y sus servicios de inteligencia emitieron cientos de órdenes dirigidas a prisioneras y niños, bajo el pretexto de un "archivo secreto".
Las organizaciones de presos han enfatizado repetidamente que el porcentaje de detenidos administrativos es mayor que el de detenidos y condenados, lo que marca un cambio histórico para el movimiento de presos desde el genocidio. Su número asciende ahora a 3.613, incluyendo más de 80 niños y ocho prisioneras.
Las organizaciones observaron una continua escalada en los ataques contra periodistas, quienes están bajo detención administrativa o arrestados por acusaciones de "incitación" en redes sociales. El número de arrestos o detenciones de periodistas, tanto hombres como mujeres, desde el inicio del genocidio ha alcanzado al menos 195, de los cuales 50 permanecen detenidos, incluida una periodista.
Las organizaciones señalaron que los ataques de colonos han alcanzado su punto máximo recientemente y han servido de pretexto para nuevas detenciones.
Afirmó que el asesinato del ciudadano palestino Odeh al-Hathalin a manos de un colono sionista, y el arresto de varios miembros de su familia y otros aldeanos, constituye un ejemplo de criminalidad sistemática. El papel desempeñado por el poder judicial israelí en la liberación del asesino del mártir fue una invitación explícita a los colonos a continuar con sus crímenes de asesinato y desplazamiento.
Según un informe de la Asociación de Prisioneros Palestinos, las autoridades de ocupación israelíes no han cesado de atacar a los prisioneros liberados, en particular a aquellos liberados en virtud del acuerdo de alto el fuego, allanando sus domicilios, citándolos para interrogarlos y acosando a sus familias. Esta política constituye una extensión de los ataques contra exprisioneros, ya que un gran porcentaje de los detenidos actuales son exprisioneros que han sido arrestados en múltiples ocasiones.
En cuanto a las condiciones de detención, la administración penitenciaria israelí continúa cometiendo crímenes sistemáticos contra los prisioneros palestinos, en particular: tortura, inanición, delitos médicos, agresiones físicas, robo sistemático y aislamiento colectivo, hechos sin precedentes desde el inicio del genocidio.
Según las organizaciones, el número de mártires entre prisioneros y detenidos desde el inicio del genocidio ha ascendido a 76, de los cuales solo se conocen sus identidades. Entre ellos se encuentran Samir al-Rifai, de Yenín, y Sayel Abu al-Nasr, de Gaza, que fueron martirizados el pasado julio.