Sanaá - Saba:
Los musulmanes de Oriente y Occidente celebran la llegada del mes sagrado del Ramadán y lo reciben con gran alegría en una atmósfera espiritual que otorga paz y reverencia a las almas ante Dios Allah Todopoderoso.
Por décimo año consecutivo, los yemeníes están dando la bienvenida al mes sagrado con una determinación sin igual para continuar con su firmeza y resistencia y enfrentar los desafíos y las difíciles circunstancias que están sufriendo como resultado de las repercusiones de la agresión y el bloqueo de Estados Unidos, Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos.
Ante las difíciles condiciones humanitarias impuestas por la agresión y el asedio, y la evasión de las organizaciones humanitarias internacionales de cumplir con sus responsabilidades, los valores de la entrega y el sacrificio se manifiestan en sus formas más bellas entre los yemeníes, al revivir la solidaridad social, la cooperación y el altruismo.
En este mes sagrado, hay muchas formas de solidaridad y cohesión basadas en las enseñanzas de la verdadera religión islámica, que ha establecido los valores de la compasión entre los miembros de la sociedad a través de la cooperación, la caridad y la ayuda a los necesitados, como se afirma en el hadiz del Profeta, que Dios Allah lo bendiga a él y a su familia y les conceda paz: “Los creyentes son como un solo cuerpo en su amor, compasión y simpatía por los demás. Si una parte de ella está enferma, el resto del cuerpo responde con vigilia y fiebre”.
El concepto de solidaridad se manifiesta en el mes de Ramadán, a través de actos prácticos de culto que incluyen dar limosna, gastar en el camino de Dios Allah y consolar a los pobres, considerando que estos actos no son sólo rituales, sino la esencia de la religión que construye la comunidad musulmana como una estructura sólida.
Los eruditos afirman que el mes de Ramadán es una gran ocasión y una gran escuela de fe para promover los valores de la bondad, la tolerancia y la solidaridad entre los musulmanes, y difundir el espíritu de amor, fraternidad, simpatía, compasión y cumplimiento de los valores de la verdad, la bondad y la justicia y elevarlos por encima de los propósitos fugaces de este mundo. También es necesario que los creyentes, durante el Ramadán y otros meses, se caractericen por un corazón libre de rencor, odio y arrogancia, no ser arrogantes con las personas, sentir defectos y rendir cuentas constantemente, y estar tranquilos en el culto.
Entre las cosas que el Elegido, que Dios Allah le bendiga a él y a su familia y les conceda paz, nos instó a hacer en el mes sagrado, está el verificar las condiciones de los pobres, los necesitados y los indigentes, y mostrar compasión y contribuir a aliviar el sufrimiento de las familias necesitadas, como él, que Dios Allah le bendiga y le conceda paz, solía hacer, ya que era el más generoso de las personas, y era más generoso en Ramadán, y era más generoso con el bien que el viento que sopla.
En Yemen existen numerosos modelos de bondad y generosidad para aliviar el sufrimiento humano, contribuyendo a labores de socorro y caritativas y apoyando y fomentando iniciativas caritativas y comunitarias.
Amplios preparativos para dar la bienvenida al mes sagrado en la capital, Sanaá, y en las gobernaciones, y preparativos y disposición para el programa del Ramadán para fortalecer la conexión con el Sagrado Corán y la guía de Dios Allah , y consolidar la identidad de fe y la cultura coránica.
A nivel oficial, se aprobaron las directrices generales para el proyecto del plan del programa de Ramadán y la naturaleza de las tareas y actividades que implementarán todos los ministerios, unidades gubernamentales y autoridades locales en la capital y las gobernaciones, para consolidar la identidad de fe entre la sociedad, mejorar los actos de caridad y benevolencia e inspeccionar las condiciones de los pobres y necesitados.
La importancia del programa de Ramadán radica en intensificar la conciencia religiosa sobre el mes sagrado, mejorar el papel de las mezquitas en la reactivación del espíritu de fe y la yihad para enfrentar los desafíos que enfrenta la nación y aumentar la conciencia del peligro del enemigo que acecha en ella, enfrentar la guerra blanda dirigida a la identidad religiosa yemeníta y enfatizar la continuación de la conciencia y las actividades relacionadas con la limpieza pública durante el mes de Ramadán e implementar tareas y actividades efectivas que logren objetivos religiosos, nacionales y sociales.
Durante los últimos días se han llevado a cabo intensas actividades en la capital y las gobernaciones como parte de los preparativos para el programa del Ramadán a través de reuniones, organización de seminarios y eventos, en preparación para el mes sagrado, e instando a los eruditos, predicadores y guías a desempeñar su papel en recordar a la sociedad lo que representa el mes sagrado como una oportunidad para aumentar los actos de obediencia, restaurar los derechos y los agravios, la solidaridad y la compasión, ayudar a los necesitados y duplicar los esfuerzos para iluminar a la gente sobre las conspiraciones que rodean a la nación.
Entre las bendiciones del mes sagrado está la de ser el mes de la paciencia y el yihad por la causa de Allah, de hacer sacrificios y de conseguir victorias. La victoria de los musulmanes en las dos batallas de la Batalla de Badr y la Conquista de La Meca no es otra cosa que una de las heroicas epopeyas islámicas, cuya fecha de Ramadán no fue un plan programado elaborado por manos humanas, sino más bien la voluntad de Dios Allah Todopoderoso, que combinó la santidad del mes con la majestuosidad de la victoria.
El líder de la revolución, Señor Abdul-Malik Badr al-Din al-Houthi, dijo en un discurso que dio para dar la bienvenida al mes sagrado del Ramadán el año pasado: “Una de las cosas más importantes del mes de Ramadán es que no es solo para actos de adoración a nivel espiritual, actos voluntarios y otras cosas, sino que es una de las temporadas más importantes para el yihad en el camino de Dios Allah , y la recompensa por la yihad en el mes sagrado está más allá de lo que una persona puede imaginar”.
Señala que “el yihad en el mes de Ramadán no era una fiesta, y por eso la batalla de Badr fue la gran batalla que supuso un punto de inflexión entre el Islam y el tirano, y la conquista de La Meca fue en el momento en que Dios Allah impuso el ayuno, y fue un logro histórico y un gran cambio en la realidad de la nación”.
El Líder instó a la gente a aprovechar el mes de Ramadán para prepararse mental y psicológicamente, acercarse a Dios Allah , deshacerse de los pecados, adquirir los valores de la benevolencia y la entrega, consolar a los pobres y necesitados, mantener los lazos familiares y pagar el zakat.
A pesar de lo que los yemenítas llevan diez años sufriendo debido a la agresión y el asedio, están luchando por un desarrollo sostenible y por lograr la seguridad alimentaria y la autosuficiencia en diversos campos, desafiando a las fuerzas de la hegemonía y la arrogancia global "Estados Unidos, Israel y Gran Bretaña" y sus planes que están tejiendo con sus herramientas para socavar a Yemen y a los yemenítas.
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