Sana'a-- Saba: Escrito por: Editor político

La marcha de un millón de personas en la capital, Sana'a-Saba y en las gobernaciones ayer viernes, bajo el lema "Yihad, firmeza y heroísmo... No abandonaremos a Gaza", afirmó el continuo apoyo de Yemen a Gaza frente a la agresión y la escalada estadounidense-israelí. Millones de personas salieron a las calles con gran entusiasmo, impulsadas por la responsabilidad religiosa, moral y humanitaria, hasta que se detenga la agresión y se levante el asedio a la Franja de Gaza.

El pueblo yemení ha sido y sigue siendo uno de los pueblos árabes e islámicos que más ha apoyado al pueblo palestino, desde el primer disparo de la revolución palestina hasta hoy. Esta es una postura estratégica demostrada por los hechos y la literatura de la revolución palestina, que siempre elogia tales posturas en apoyo de la lucha nacional palestina.

En sus comentarios finales, el líder de la revolución, Sayyed Abdul-Malik Badr al-Din al-Houthi, enfatizó que la responsabilidad de todos es doble, dada la terquedad del enemigo israelí, que claramente no ha mostrado ninguna preocupación por la cuestión de los prisioneros. Ha quedado claro, incluso para muchos israelíes, que al criminal Netanyahu y a su banda, la más criminal del mundo, no les importa la cuestión de los prisioneros, porque el acuerdo era suficiente para lograr ese objetivo.

Si miramos la cuestión más de cerca, nos quedarán claras cuestiones más importantes, quizá la más notable sea que Israel no habría llegado a tales extremos de intransigencia respecto del proceso de paz y las negociaciones sobre los prisioneros si no hubiera sido por la potencia estadounidense dominante que apoya a la entidad enemiga y garantiza su seguridad y protección militar.

El mundo entero sabe que sin Estados Unidos y Gran Bretaña, Israel no habría existido. Es simplemente una entidad funcional implantada en la región árabe para desempeñar un papel de inteligencia para proteger los intereses estadounidenses, británicos y occidentales. Incluso las potencias coloniales estadounidenses, británicas y europeas conocen este hecho.

Lo que también es lamentable es que incluso los líderes de los llamados países árabes e islámicos conocen esta verdad, pero son demasiado débiles para adoptar una postura justa en apoyo de la causa palestina después de que Estados Unidos y Gran Bretaña vaciaron sus regímenes de su contenido y los hicieron controlados a distancia para que hagan lo que se les dicta.

Estados Unidos y Gran Bretaña fueron el origen del mal en el mundo, y lamentablemente esta caracterización de estas dos potencias coloniales continuará durante algún tiempo, hasta que se aclaren las características de los nuevos polos globales. Estos polos están actualmente tomando forma y Rusia y China están trabajando para romper la hegemonía de un solo polo. Estados Unidos y Gran Bretaña trabajan día y noche para contrarrestar cualquier intento de preservar sus intereses coloniales.

Estados Unidos ya no es el temible fantasma militar que utilizaba la labor policial internacional como medio para dominar los mares y océanos y ocupar países para robarles su riqueza y sus recursos. El mundo espera ahora que las fuerzas yemeníes se enfrenten con competencia a la maquinaria militar estadounidense, lo que ha elevado la moral de todos los habitantes del mundo para hacer frente a este país, que puede describirse mejor como nada más que un tigre de papel.

La Armada yemenita ha escrito una epopeya militar heroica con sus capacidades disponibles para enfrentarse a portaaviones avanzados y sus buques de guerra, en una tremenda operación militar que los expertos militares estudiarán y analizarán durante mucho tiempo.