Sanaá - Saba:
El Centro Ojo de la Humanidad para los Derechos y el Desarrollo condenó enérgicamente el brutal crimen y la traicionera agresión perpetrada por la entidad de ocupación sionista contra la Gobernación de Hodeidah.
En un comunicado recibido por la Agencia de Noticias Yemeníta (Saba), el centro indicó que los ataques aéreos del enemigo sionista, que tuvieron como objetivo el puerto de Hodeidah, el puerto de Ras Issa y la central eléctrica de Ras Katheeb, con más de cincuenta bombas de alto poder explosivo, constituyen un flagrante ataque contra infraestructura civil vital, de la que millones de yemeníes dependen para obtener alimentos, medicinas, combustible y electricidad, en medio de un bloqueo agobiante y las trágicas condiciones humanitarias que sufre Yemen.
El comunicado explicó que esta agresión criminal forma parte de una serie de actos de terrorismo organizado practicados por la entidad ocupante. Esta ha continuado cometiendo crímenes de genocidio en la Franja de Gaza desde octubre de 2023, destruyendo barrios residenciales y asesinando a sus residentes, y atacando hospitales, campamentos y refugios, lo que ha causado decenas de miles de muertos y heridos, la mayoría niños y mujeres.
El comunicado añadió: «La maquinaria de guerra sionista no ha cesado de atacar territorios libaneses y sirios con repetidos ataques aéreos, en una flagrante violación de la soberanía de estos países y una amenaza constante para la paz y la seguridad regionales».
El comunicado enfatizó que «esta escalada criminal en el Mar Rojo, y la agresión previa en curso contra Gaza, Líbano y Siria, revelan claramente que la entidad de ocupación sionista ya no teme a nada, contando con el apoyo incondicional de Estados Unidos, un vergonzoso silencio internacional y una vergonzosa postura de la ONU que legitima el genocidio y sepulta el derecho internacional bajo los escombros de víctimas inocentes». El Centro Ain enfatizó que este silencio sospechoso por parte de las instituciones internacionales, principalmente el Consejo de Seguridad, no constituye neutralidad, sino más bien una complicidad flagrante y una participación tácita en el crimen, lo que alienta a la entidad rebelde a continuar con sus matanzas y destrucción sin disuasión ni rendición de cuentas.
El Centro afirmó que atacar puertos, centrales eléctricas e instalaciones civiles constituye un crimen de guerra y un crimen de lesa humanidad, lo que requiere una acción internacional urgente para exigir responsabilidades a los perpetradores y detener esta agresión sionista de la que nadie está a salvo.
También reiteró su llamado a las organizaciones independientes de derechos humanos de todo el mundo para que documenten estos crímenes, los lleven ante tribunales y foros internacionales, y eviten que los pueblos víctimas sean víctimas de la agresión y el fracaso internacional.
La declaración concluyó enfatizando que el pueblo yemení, al igual que los pueblos de Palestina, Líbano y Siria, no se quedará de brazos cruzados y tiene el legítimo derecho a defender su dignidad, soberanía y seguridad nacional por todos los medios posibles.
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