Sanaá-Saba: Abdulaziz Al-Hazi
Los aliados de Washington están en una posición muy crítica; La política del presidente estadounidense Trump y sus recientes posiciones los han avergonzado, o mejor dicho, los han puesto ante una verdadera prueba de su relación con sus países de origen, ya que después del incidente Trump-Zelensky deben elegir entre los intereses de sus pueblos o la sumisión a Washington a expensas de sus intereses nacionales.
Desde el primer día que asumió el cargo y llegó a la Casa Blanca, el presidente estadounidense, Donald Trump, no ha dejado de hacer declaraciones fuera del control diplomático y a veces contradictorias y tomar decisiones que generan preocupación en el mundo.
Las declaraciones ilógicas y poco realistas de Trump se pueden leer claramente al detenerse en su deseo de arrebatarle la Franja de Gaza a Palestina, Groenlandia a Dinamarca, de que Canadá se convierta en el quincuagésimo primer estado de Estados Unidos y de que Estados Unidos recupere el control del Canal de Panamá.
Lo más peligroso de estas declaraciones es lo que concierne a nuestra región árabe: el deseo de Trump de apoderarse de la Franja de Gaza, al tiempo que reafirma la necesidad de desplazar a los palestinos de la Franja hacia Egipto y Jordania, lo que ha provocado muchas reacciones de rechazo a este plan y a esta lógica al mismo tiempo.
También lo vemos anunciando la retirada de Washington del Consejo de Derechos Humanos y el cese de la financiación a la UNRWA para complacer a la entidad sionista, diciendo que no hay garantías de que el acuerdo de Gaza se mantenga, y firmando una orden ejecutiva que impone sanciones a la Corte Penal Internacional, que ha emitido dos órdenes de arresto contra el primer ministro de la entidad sionista, el criminal de guerra Benjamin Netanyahu, y su ex ministro de guerra, Yoav Galant.
Con estas posturas contrarias a la razón, la lógica, las leyes y las leyes, Trump, desde el primer momento de su reelección a la presidencia de los Estados Unidos, y con la ayuda de su “amigo presidencial” el multimillonario Elon Musk, ha desatado un caos masivo distrayendo la atención del mundo. Las órdenes y declaraciones presidenciales se emiten a un ritmo tan rápido que es suficiente para fragmentar a cualquier oposición, y actualmente no hay nadie que pueda seguir todas estas órdenes y declaraciones, ya sea una persona o un gobierno.
Trump eligió a Colombia como modelo de lo que le puede pasar a un país cuando le dice no al presidente estadounidense. El presidente colombiano se resistió brevemente a recibir aviones estadounidenses para repatriar a inmigrantes ilegales, pero el presidente estadounidense amenazó con imponer un arancel del 50% a las exportaciones colombianas, lo que obligó al presidente colombiano a dar marcha atrás y acceder a la petición de Trump.
Trump no se detiene en el hecho de que los amigos y enemigos de Estados Unidos, desde el volátil Medio Oriente hasta China, sin mencionar a Gran Bretaña, se oponen a su plan para Gaza, que podría socavar el frágil alto el fuego en Gaza, así como el acuerdo de paz entre Egipto y la entidad sionista, y también es una violación del derecho internacional.
Pero, por otro lado, las escenas de la afluencia de palestinos desplazados que regresan a sus hogares destruidos en el norte de la Franja de Gaza después del alto el fuego y su aferramiento a sus tierras han confundido los cálculos de Trump y su administración.
El plan de Trump de desplazar a los palestinos de su tierra también fue rechazado por los árabes, los musulmanes y la comunidad internacional.
Trump se había retirado previamente de la UNESCO en su primer mandato antes de Joe Biden en 2017 en solidaridad con la entidad sionista, y se retiró del acuerdo nuclear con Irán en 2018, y declaró - en 2018 después de su visita a Francia para celebrar el primer aniversario del fin de la Primera Guerra Mundial - que si no fuera por Estados Unidos, ¡los franceses hablarían alemán! ¡Y en 2020 está reduciendo el número de sus fuerzas en Alemania, en un intento de chantajear a Alemania para que pague los costes de sus fuerzas!
De este modo, se produce lo que los aliados de Trump llaman “inundar la región”, mientras que Trump responde con una sola palabra: “Favo”, como abreviatura de la frase “crear caos y luego organizarlo”, salvo que la primera palabra que la compone no es “caos”. En todo esto, confirma la tendencia superior, apropiacionista y colonialista en la conciencia de la autoridad estadounidense.
La interpretación de esto varió entre un grupo que ve sus decisiones como repentinas, irreflexivas e impulsadas por la lógica de la fuerza, y otro grupo que las ve como una filosofía para lograr su visión elevando el techo de las demandas hasta lograr lo que pretende mediante la negociación. Pero al final, presenta claramente la cara fea de Estados Unidos y detrás de ella se esconde su claro objetivo colonial de control.
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