El Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas) dijo el viernes que los ataques contra equipos de Defensa Civil y de la Media Luna Roja en Rafah; Un crimen de guerra en toda regla y otra violación flagrante del derecho internacional.

En una declaración, el movimiento pidió "la formación de un comité internacional para investigar inmediatamente el crimen de atacar al personal de defensa civil y de ambulancia mientras cumplían su deber humanitario, y para responsabilizar a los criminales de guerra fascistas sionistas".

Explicó: "Lo que se reveló días después de la pérdida de contacto con los equipos de Defensa Civil y de la Media Luna Roja Palestina, que entraron en el barrio de Tal al-Sultan y en la zona de Barksat en Rafah durante el ataque terrorista del ejército enemigo israelí, y encontraron los cuerpos de varios de sus quince miembros enterrados en la arena junto a sus coches destruidos, constituye un crimen atroz y una violación flagrante del derecho internacional, y un desprecio por todos los tratados y cartas humanitarios, y los valores y fundamentos sobre los que se sustenta el se basa el sistema internacional."

El movimiento destacó que “atacar a los equipos de defensa civil y ambulancias e impedir las operaciones de rescate, en un crimen que ha continuado durante los meses de genocidio en la Franja de Gaza, confirma que no hay límites a la brutalidad de la máquina terrorista sionista”.

También subrayó que "el silencio internacional ante estos crímenes constituye una complicidad inaceptable, y coloca al mundo ante la responsabilidad histórica de detener este brutal genocidio y violaciones sin precedentes".

Hamás llamó a las Naciones Unidas, sus instituciones y organizaciones humanitarias internacionales, encabezadas por el Comité Internacional de la Cruz Roja, a “actuar urgentemente para formar un comité internacional de investigación sobre este horrible crimen y entrar en Rafah para descubrir el destino de miles de ciudadanos civiles con quienes se ha cortado la comunicación”.

El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk, afirmó el viernes que el traslado forzoso del pueblo de Gaza constituye un crimen de guerra y una grave violación del derecho internacional humanitario.

En un comunicado, Turk pidió "un alto el fuego permanente en Gaza lo antes posible".

Destacó que la entidad israelí debe poner fin inmediatamente a su corte de ayuda humanitaria a la Franja de Gaza y abstenerse de cualquier acción que constituya crímenes de guerra.

Turk expresó "preocupación por la reducción del espacio disponible para los civiles en Gaza que han sido sometidos a deportación forzada por parte del ejército israelí y órdenes de evacuación militar forzada desde la reanudación de su guerra el 18 de marzo, que incluyó grandes áreas en todas las gobernaciones, además de obligar a la mitad del norte de la Franja de Gaza a evacuar y asediar a decenas de miles de palestinos en las ciudades de Khan Yunis y Rafah".

En la madrugada del 18 de marzo, el ejército enemigo reanudó su agresión contra la Franja de Gaza, tras una pausa de dos meses en virtud de un acuerdo de alto el fuego que entró en vigor el 19 de enero, pero el enemigo israelí violó los términos del alto el fuego en el transcurso de dos meses.

El gobierno del criminal de guerra Benjamín Netanyahu desautoriza el inicio de la segunda fase del acuerdo, ya que busca liberar más prisioneros retenidos por la resistencia sin cumplir las obligaciones de esta fase, especialmente poner fin a la guerra de genocidio y retirarse completamente de Gaza.

Con el apoyo estadounidense, las fuerzas enemigas israelíes han cometido genocidio en Gaza desde el 7 de octubre de 2023, dejando más de 164.000 palestinos muertos y heridos, la mayoría de ellos niños y mujeres, y más de 14.000 desaparecidos.