Sanaá-Saba:

El Consejo de la Consultivo condenó el brutal crimen cometido por la agresión estadounidense, que tuvo como objetivo directo el densamente poblado barrio y mercado de Farwa, en el distrito Shu'ub de la capital, Sana'a. El ataque dejó decenas de muertos y heridos, la mayoría niños y mujeres, y causó daños a la propiedad de los ciudadanos.

En una declaración recibida por la Agencia de Noticias Yemenita (Saba), el Consejo consideró que la continua agresión estadounidense contra civiles, barrios residenciales y objetivos civiles es una flagrante violación de todas las leyes, cartas y normas internacionales y humanitarias.

Señaló que atacar un barrio residencial y un mercado popular es un crimen de lesa humanidad y un crimen de guerra en toda regla que no prescribirá. Se suma a la serie de crímenes deliberados cometidos por Estados Unidos contra el pueblo yemení y expone la falsedad de sus afirmaciones sobre la protección y defensa de los derechos humanos.

El Consejo Consultivo responsabilizó a Estados Unidos de los ataques contra barrios residenciales e instalaciones civiles y de sus repercusiones humanitarias para el pueblo Yemenita, y afirmó el derecho de las Fuerzas Armadas yemenitas a enfrentar y responder a los crímenes y la brutalidad estadounidenses utilizando todos los medios y métodos disponibles.

El Consejo reiteró que la continua escalada de los Estados Unidos y sus brutales masacres contra el pueblo yemení sólo fortalecerán su determinación de seguir apoyando al oprimido pueblo palestino y su justa causa.

Denunció el vergonzoso silencio árabe, islámico e internacional ante los crímenes de Estados Unidos contra el pueblo yemení, dada su postura de apoyo al pueblo palestino, sometido a una guerra de genocidio por parte del enemigo israelí.

La declaración del Consejo de la Consultivo instó a las Naciones Unidas, al Consejo de Seguridad y a sus agencias humanitarias afiliadas a adoptar medidas urgentes y actuar de conformidad con los propósitos para los cuales fueron establecidos, condenar la flagrante agresión estadounidense y exigir que los dirigentes estadounidenses rindan cuentas y sean juzgados como criminales de guerra ante tribunales internacionales.