Sana'a - Saba: Informe: Yahya Jarallah

Una nación sólo puede tener éxito y reformarse mediante lo que la reformó al principio: un retorno sincero al Libro de Dios y al camino de Su Profeta Elegido, y la adhesión a la identidad basada en la fe. Con esta breve pero importante declaración, el líder de la revolución, Sayyid Abdul-Malik Badr al-Din al-Houthi, describió elocuentemente los elevados objetivos por los cuales se realizan las actividades y cursos de verano.

El Líder de la Revolución interpreta esta visión desde una perspectiva coránica, desde la larga historia de la nación y desde los cambios radicales producidos por la misión profética, que finalmente llevaron a la nación a la cima de su existencia, a través de la guía de Dios. A esto le siguió una recaída en la decadencia como resultado de su distanciamiento gradual del Libro de Dios y sus enseñanzas, lo que condujo a su estado actual de decadencia en todos los niveles.

Desde este punto de vista, la dirección revolucionaria y política se apoya fuertemente en los cursos de verano para preparar una generación consciente que posea los valores, principios de fe y conocimientos que la capaciten para asumir la responsabilidad de construir una nación fuerte, capaz de enfrentar desafíos y peligros, e impenetrable a la penetración.

De acuerdo con estas directrices, todas las gobernaciones y direcciones están presenciando, como sucede cada año al comienzo de las vacaciones de verano, una amplia actividad y un gran interés en lanzar los cursos de verano y brindar todos los elementos para su éxito a través de los esfuerzos combinados de todos los organismos oficiales, civiles y comunitarios, ahora que todos han llegado a comprender su importancia y los tremendos resultados que alcanzan.

Estos cursos se han convertido en una amplia demostración científica y cultural y en una experiencia pionera y única dedicada por la dirección revolucionaria a sus altos objetivos, pertinentes a la realidad y al futuro del país y de la nación en general. Lo más notable es que representan una incubadora para preparar una generación que adopte los valores, principios y ciencias diversas que los capaciten para asumir la responsabilidad de construir una nación fuerte capaz de enfrentar los desafíos y peligros que la rodean.

El conocimiento, la comprensión, la conciencia, la guía y la cultura coránica se encuentran entre los temas y conceptos más importantes que se presentan en estos cursos en forma de un plan de estudios repleto de conocimiento y fe, basado en el sólido enfoque coránico seguido por el Profeta (la paz y las bendiciones de Dios sean con él y su familia) y los faros de guía de su pura familia, a través de los cuales construyeron la nación islámica cuya luz se extendió por todas las regiones.

Los cursos y actividades de verano no se limitan a potenciar los aspectos culturales y religiosos de los matriculados, sino que incluyen numerosos programas y actividades con propósito que abarcan aspectos educativos, deportivos, sociales, científicos y de conocimiento diverso, además de descubrir, estimular y desarrollar los talentos y habilidades de los estudiantes.

Estos cursos también se centran en el sistema de valores, principios y costumbres auténticas que han dado forma a la identidad religiosa unificadora del pueblo yemení. Han sido y seguirán siendo la fortaleza inexpugnable que protege y preserva su identidad, y el arma más poderosa para enfrentar todos los peligros y conspiraciones tramadas contra ellos por los enemigos del Islam, que han intensificado sus guerras directas e indirectas contra Yemen y los pueblos de la nación.

Las feroces guerras a las que está expuesta la nación no se limitan a guerras y ataques militares, sino que lo que es más peligroso que eso es atacar a la nación en su religión, sus constantes y principios, y distanciarla del Libro de Dios y el camino de Su Profeta Elegido, considerando que esta es la fuente de su fuerza y orgullo, y una vez que se distancia de él, la nación será fácilmente penetrada y subyugada por sus enemigos.

Por lo tanto, la amplia campaña de desprestigio llevada a cabo por los enemigos y sus colaboradores a través de todos los medios de comunicación y las redes sociales para pintar una imagen diferente de los cursos de verano es una prueba contundente de los temores de los enemigos a estas actividades y su conciencia de su gran importancia para elevar la posición del país y proporcionar la inmunidad necesaria para frustrar todos los intentos y conspiraciones contra él.

El pueblo yemení, con su sabio liderazgo revolucionario, es el único que todavía se aferra a la identidad basada en la fe que la mayoría de los países árabes e islámicos han perdido y que posteriormente ha sido infiltrada por sus enemigos. Esto se ha hecho evidente en la decadencia moral que están presenciando, que ha convertido a algunos de ellos en una réplica de las sociedades occidentales con su cultura decadente.

El estado de decadencia, dispersión, división y atraso a que han llegado algunos pueblos de la nación es resultado de su desviación, de su incomprensión y de las culturas, percepciones e ideas falsas que han entrado en ellos, que han cambiado su visión de la religión, de la vida, de la realidad, de la gente, de los enemigos y de todo lo demás, llevándolos al estado al que han llegado.

En contraste con las campañas de distorsión y desinformación practicadas por los portavoces rencorosos de los débiles de voluntad que se han arrojado a los brazos de Estados Unidos, Israel y los regímenes normalizadores en un intento de pintar un panorama sombrío de estos cursos, en el contexto de los roles que les asignan los enemigos de la nación, los cursos de verano son testigos de una mayor participación de estudiantes de un año a otro, debido a la creencia de sus padres en su importancia y el gran beneficio que ofrecen a sus hijos.

El amplio interés y la interacción en estos cursos reflejan la gran conciencia que tiene el pueblo yemení y su comprensión de que el ruido y la distorsión de estos cursos sólo reflejan el enojo de los enemigos hacia estas escuelas y su determinación de distanciar a la nación de su religión y su sólida fe, que representa la fuente de su fuerza y orgullo.

Lo que hace que este alboroto y disturbio no tenga valor a los ojos del pueblo yemení es que quienes están detrás de ello son los mismos que apoyan y justifican los crímenes de la agresión estadounidense contra el pueblo yemení. Son los mismos que apoyan a la entidad sionista en su agresión criminal contra el pueblo palestino y que lanzan campañas para distorsionar la posición del pueblo Yemenita en apoyo a Palestina.

En los últimos años, los campamentos de verano han contribuido a mejorar la concienciación y la resiliencia, fortalecer la cohesión del pueblo yemení y frustrar todos los intentos del enemigo de atacar el tejido social o penetrar el frente interno. Esto ha enojado a los enemigos y sus mercenarios, lo que los ha llevado a lanzar campañas de desprestigio contra estas actividades.

Estas personas están perturbadas y están desesperadas por distorsionar estas actividades, sabiendo que son parte integral de la batalla por la concienciación librada por el pueblo yemení bajo el liderazgo de Sayyid Abdul-Malik Badr al-Din al-Houthi, una batalla no menos importante que la batalla militar contra los enemigos estadounidenses y sionistas.

El pueblo yemení no habría alcanzado el estatus y la fuerza que ha logrado hoy, convirtiéndolo en el primer frente de apoyo para Palestina, si no hubiera sido por su fuerte conexión con el enfoque coránico y la identidad de fe, y su unión en torno a su liderazgo sincero, que lo ha llevado a este nivel avanzado y

lo ha convertido en una fuente de orgullo y honor para todos los pueblos libres del mundo.

Después de que los enemigos, encabezados por el jefe del malvado Estados Unidos, no lograron subyugar al pueblo yemení, penetrar su frente interno y disuadirlo de su postura heroica de apoyar a sus hermanos en Palestina, hoy han vuelto a su agresión contra ellos y cometen los crímenes más horribles contra niños, mujeres y civiles en la capital, Saná, y en varias gobernaciones, lo que confirma el enfoque criminal estadounidense y el alcance de su decadencia, bancarrota moral y negación completa de la humanidad.

En medio de la guerra blanda mediante la cual los enemigos buscan corromper a las sociedades, especialmente a los jóvenes, los campamentos de verano constituyen una fuerte fortaleza contra las frenéticas campañas mediáticas, la conciencia distorsionada y la difusión de ideas falsas y culturas ajenas.

De ahí la gran importancia de las actividades y cursos de verano para fortalecer y proteger a las generaciones de las falsas culturas y de todos los peligros que las amenazan. Esto se logra iluminándolos, educándolos y conectándolos con la guía de Dios y Su Noble Libro, que es la cuerda fuerte de Dios y una fortaleza fuerte para aquellos que abrazan Su cultura.

Estos oasis de fe son también la inversión más adecuada del tiempo libre durante las vacaciones de verano, durante las cuales los estudiantes son más vulnerables a perderse debido a muchas razones, la más importante de las cuales es la multiplicidad de medios de invasión intelectual utilizados por los enemigos, que ahora están presentes en cada calle y hogar, como los teléfonos inteligentes, Internet, los canales satelitales, las redes sociales y otros medios que los enemigos explotan para apuntar a los jóvenes y desviarlos del camino correcto y convertirlos en un medio para destruir sus sociedades.