Sana'a - Saba: Escrito por: Editor político
En la era moderna, el mundo está presenciando el colapso del malvado imperio estadounidense, que dominó el mundo con fuerza militar en un momento de distracción. Se designó a sí mismo como el policía internacional para proteger sus intereses, reprimir la voluntad de los pueblos, ocuparlos y controlar sus recursos y riquezas.
Este imperio se está derrumbando ahora, y su colapso será tan horrendo como los crímenes que ha cometido contra pueblos desde Vietnam hasta países latinoamericanos, Afganistán, Checoslovaquia, Irak, y la lista continúa de países que han sufrido bajo el fuego del poder militar estadounidense.
Pero como dice el dicho, nada dura para siempre. Y como dijo el sociólogo árabe Abd al-Rahman Ibn Khaldun, los países tienen una duración de vida como las personas, que pasan por etapas de infancia, edad adulta y vejez. Y aquí está Estados Unidos ahora, en su vejez, perdiendo a sus aliados en más de un lugar. Esto ha alcanzado a sus aliados más cercanos en los países de la OTAN en Europa Occidental, que Estados Unidos creó después de la Segunda Guerra Mundial para enfrentar lo que llamó expansión comunista en el mundo, sólo para luego quedar claro que se creó para proteger los intereses estadounidenses en el mundo.
Estados Unidos ya no tiene aliados, especialmente bajo el presidente Donald Trump, quien ha declarado abiertamente su hostilidad hacia todos los países del mundo con el pretexto de proteger los intereses estadounidenses. Esta potencia colonial pierde posiciones, intereses y aliados cada día tras declarar abiertamente su hostilidad al mundo.
El mundo respiró aliviado al observar las grandes victorias de las fuerzas armadas yemeníes, que infligieron una aplastante derrota a la fuerza militar más poderosa del mundo. El mundo aprendió entonces que el factor decisivo en cualquier batalla es el ser humano, no el arma. Y aquí está el combatiente yemení encarnando este dicho sobre el terreno, grabando para todo el mundo en las batallas del Mar Rojo y el Mar Arábigo su aplastante victoria sobre la fuerza militar más poderosa del mundo.
La Armada yemení ha reforzado su control sobre el Mar Rojo y ha impuesto un bloqueo efectivo a los barcos vinculados a la ocupación en apoyo de Gaza. Esto refleja la capacidad de la Armada yemení para desafiar a las grandes potencias e imponer nuevas ecuaciones en una de las rutas marítimas más importantes del mundo.
Las naciones del mundo han despertado ante las victorias de Yemen y están reconsiderando sus posiciones al enfrentarse a las grandes potencias, especialmente Estados Unidos, que ha humillado a muchas naciones y les ha impuesto obligaciones que están más allá de sus capacidades. Estas naciones han descubierto que pueden decir no a Estados Unidos con la misma fuerza con la que lo dijo la República del Yemen en su enfrentamiento con Estados Unidos y la entidad sionista.
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